viernes, 14 de noviembre de 2008

La marioneta de trapo


Este es un poema que se ha atribuido erroneamente a Gabriel García Marquéz. El verdadero autor es Johnny welch. Es un poema muy lindo...

Lo dice una marioneta de trapo:
· Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo, y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero, en definitiva pensaría todo lo que digo.
· Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
· Dormiría poco y soñaría mas, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
· Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan, y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate...!
· Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.
· Dios mío, si yo tuviera un corazón.... escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol.
· Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna.
· Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...
· Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... no dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
· Convencería a cada mujer de que ella es mi favorita y viviría enamorado del amor.
· A los hombres les probaría cuan equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
· A un niño le daría alas, pero dejaría que él solo aprendiese a volar.
· A los viejos, a mis viejos, les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.


Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres.....
· He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad esta en la forma de subir la escarpada.
· He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.
· He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hombre hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo...."